jueves, 31 de enero de 2008

Paridades

Mucha gente me ha hablado, o con mucha gente he hablado estos días, de la igualdad, la paridad, las leyes al respecto y lo muy buenas o muy malas que son o pueden llegar a ser. La verdad es que es un tema del que hablo un poco de oídas (lo digo bajito para que no me lo echen en cara más tarde), pero, por lo poco que sé, no sé si acaba de convencerme. No sé hasta qué punto la igualdad se puede alcanzar a legislazo puro y duro. Quizá una solución más adecuada pase por desarrollar medidas que favorezcan la igualdad más que imponerla a decretazo limpio. Entre otras cosas, porque una discriminación positiva forzosa implica necesariamente y guste o no, una discriminación negativa, lo que ya ni suena tan bien ni parece tan buena idea.

Sobre el mismo tema, pero en otro ámbito, también tuvimos una charla. Sobre la discriminación positiva en la educación, esta vez mezclando elementos raciales, genéricos y sociales, y relacionada entre otras cosas con la elección de centros. También oigo campanas sin saber exáctamente dónde, pero el caso es que parece que los hijos de "inmigrantes", mujeres solteras y/o maltratadas, o "personas en riesgo de exclusión social", tienen preferencia (no debe ser exactamente así, pero simplifico) a la hora de elegir centro de enseñanza para sus hijos. Lo que a priori parece ser una buena idea puede, siempre según las campanas que oigo sin saber dónde, dar lugar a absurdos como obligar a un hijo "normal" a cruzar una ciudad para acudir a clase porque su plaza natural, la cercana a su domicilio, fue elegida por un "desfavorecido". El problema debe estar en que a veces los "desfavorecidos" no aprovechan estas plazas, no ya obteniedo malos resultados, sino directamente no ocupando dichas plazas.

Con todo esto alrededor, la primera sabia conclusión del comité de expertos fue que no se deben desarrollar medidas de discriminación positiva sin complementarlas con otras medidas que contrarresten los efectos y compensen de algún modo a los perjudicados. O quizá con el tiempo dejemos de verlos como perjudicados, no lo sé. Y, por último (vuelvo a hablar de campanas), también recordé que, en mi año made in USA, alguien mencionó algo así como una ley que obligaba a las universidades a reservar un tanto por ciento de sus plazas a estudiantes negros. La medida debió ser bastante polémica. Lógico. Se discriminaba a las personas por el color (blanco) de su piel. Pero el caso es que también me contaron entre otras cosas que, años después, los índices de criminalidad de la población negra habían descendido. Que tampoco sé si es verdad, pero basta para no saber qué está bien, qué está mal y, sobre todo, para tener cuidado con según qué leyes o según qué afirmaciones.

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lunes, 28 de enero de 2008

Malagueña salerosa

A Tarantino le debo el descubrimiento de muchas canciones que culebrean entre mis favoritas (hablando de una lista muy amplia, obviamente). Así a bote pronto, me acuerdo de You'll be a woman soon, Goodnight Moon, Bang Bang o La malagueña (también muy conocida como "Mañagueña salerosa").



Que la cosa tenía sabor tradicional estaba claro, pero entre el montón de versiones que aparecen en Youtube no esperaba yo encontrame una interpretada a dúo por un (tiene toda la pinta de ser mexicano) Antonio Aguilar junto a nuestro pequeño ruiseñor. Quién lo iba a decir.


Vecinos

Yo con la gente flipo. Anda que no he dicho veces esta frase. A veces para bien, a veces para mal y a veces simplemente con sorpresa. Vivo en un edificio muy tranquilo, con sus cinco plantas, sus matrimonios con algún hijo adolescente, alguna pareja joven, gente ya mayor, de mediana edad, estudiantes y (creo que) algún "inmigrante". Unos más raros que otros y ya digo que más o menos tranquilos todos. Y unas plantas en el quinto, que alguien cuida y que ocupan todo el rellano. Pues en este edificio, este fin de semana, han aparecido unos cuantos cartelitos en una de las puertas interiores de la entrada. Primero apareció la nota manuscrita en rojo (superior derecha) que notifica el ataque sufrido las plantas; después la mecanografiada que mantiene el tono crítico de la primera (superior izquierda). Y finalmente los agresores dieron la cara y dejaron la tercera nota, manuscrita también (en el centro), donde ofrecen una reparación.





¡Qué bien! No ya hablando, sino escribiendo que se entiende la gente por aquí. Así da gusto. Pues no, algo debió ir mal en el paraíso, porque al caer la tarde apareció esta cuarta nota en el ascensor. Parece que hubo un intento de diálogo que fracasó.



Ni sé qué ha pasado ni si se ha puesto ya el punto final. Seguiremos informando.

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jueves, 24 de enero de 2008

Athlete

Realmente, desde que me crucé con internet y el mp3 (allá por el 2000), mi consumo musical es mucho más caótico que antes de ese año. Amontono discos que no quiero en carpetas digitales del disco duro externo con la vaga excusa del "por si acaso algún día". Y al final, a los que me acabo enganchando son a los CD's de toda la vida que, o grabo para el coche (que no, no tiene mp3) o que, si son originales, suelo poner por la noche antes de dormir (por eso de regodearme en el objeto). Sin embargo, una de las cosas que sí me gusta de los CD's de mp3 (todos hemos metido siete u ocho discos en alguno) es que de vez en cuando me sorprenden. Me explico: mezclo las cosas más raras en un mismo disco (por razones que no vienen al caso) y, a veces, si por ejemplo me desperezo un sábado, pongo música y vuelvo a dormirme, horas después abro los ojos escuchando algo totalmente inesperado. A veces es bueno y a veces es malo.

Esta tarde, en una sorpresa de este tipo (aunque ni era sábado ni me he dormido), he recuperado a Athlete, que escuché mucho cuando publicaron su Tourist. Canciones, más pop que otra cosa, y bien hechas. Ni más (para qué engañarnos), ni menos. Coincidió el enganchón con su concierto en Benicàssim 2005, que fue muy emotivo para mí porque sus canciones, así dulzonas como son, le daban el matiz exacto a aquel momento, atardeciendo, con la brisilla que empezaba a refrescar y el festival empezando a desperezarse. Al menos, así de idílico y de bonito me pareció a mí entonces. Así me gustó tanto aquel disco.


Su último disco, Beyond the Neighborhood, no me ha gustado tanto, pero tiene alguna que otra canción que me ha hecho gracia. Un ejemplo es The Outsiders (lástima que el audio no esté sincronizado, pero merece la pena igualmente):




Se ve que a los chicos les gusta tocar en tiendas, porque hay más de un video de este tipo por ahí. Este "Tourist", en cambio, proviene del escenario principal del T in the Park (y me recuerda un poco al FIB):





lunes, 21 de enero de 2008

Caras

Hoy toca reflexión sesuda y breve (lo bueno, ya se sabe). Después de una operación (no a mí, nada grave, todo bien) y con cuatro puntos bajo un párpado, la cara duele, los puntos tiran y se evitan por todos los medios expresiones faciales que provoquen mayor tirantez o dolor. Y aquí es donde uno, que sabe, conoce y ha estudiado la importancia del lenguaje corporal, no deja de sorprenderse con la importancia de las sonrisas, los gestos y las "caras" que se ponen a lo largo del día. Que puede llegar a despistar, dicho de otra manera, no encontrar las reacciones esperadas en el rostro de otra persona. Y que sin esos gestos no se sabe qué es más broma y qué es más serio, cuánta importancia tiene un comentario casual o si se ha entendido una ironía. Que se resulta comunicativamente vulnerable.


jueves, 17 de enero de 2008

Así se hace

De esto hablaba ayer. Así se hace, por ejemplo, un prototipo:



Impresionantes las maquinitas.

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martes, 15 de enero de 2008

La tele

Hace tiempo, en conversaciones tecnológicas, fantaseábamos sobre la evolución de la tele un futuro próximo. Sería, pensábamos, un aparato que concentraba las necesidades multimedia de cualquier hogar moderno: televisión, internet, juegos, música y video. Hace no mucho me enteré de que esa tele, lo que es la tele, más o menos ya ha llegado. Pagando, claro, se puede seleccionar entre una amplia muy amplia oferta de canales; lo que se quiera, cuando se quiera, como se quiera. Un ejemplo es Ojo, de Ono, que es la que conozco porque es la que me toca, pero supongo que todos los proveedores ofrecerán más o menos lo mismo. Pero por una parte, hasta ahora no se han conseguido integrar internet, música y juegos, y, por otra, no sé hasta qué punto puede tener éxito. Yo no utilizo demasiado este servicio, en parte porque me parece caro, en parte porque internet me proporciona una oferta aún más amplia a mejor precio. Y tengo la sensación de que la mayoría de los clientes nos conformamos con la oferta estárdar del cable.

Y ahí quería yo llegar. No sé qué puede significar, en términos "sociales", el próximo apagón televisivo y el advenimiento gozoso y definitivo de la televisión digital. Para mí, la televisión por cable ha modificado bastante mis "hábitos de consumo". Antes, nada. Ahora (tengo la sensación de que confesar esto es como afirmar que se ve La 2), veo mucho Discovery Channel, Canal Historia y Odissea. Cuando digo que "veo mucho" quiero decir una hora al día mientras hago otras cosas (como escribir esto ahora mismo). La verdad es que en estos canales hay programas muy interesantes. Tengo especial devoción (no es que los siga con horario, pero me alegro si enciendo la tele y coincido con ellos) por Así se hace de Discovery Channel, y por unos pequeños "cortos" que proporcionan, en cinco minutos, información clave para la comprensión de un personaje histórico de cualquier época. En Así se hace, evidentemene, enseñan el proceso de elaboración de los objetos más variopintos: desde calcetines hasta cerraduras para hoteles (de las de la tarjetita), pasando por muelles, placas solares o ketchup. Lo que pasa, y eso sí que sería un cambio positivo, es que estos programas no van a llegar de manera gratuita. Y estoy seguro de que con lo que se paga a cualquier "mesa tertuliana" hoy en día se podrían pagar varios episodios de programas de este tipo. Puedo estar equivocado respecto a los precios, pero si no, volvemos a lo de siempre, ¿no se ven porque no se emiten o no se emiten porque no se ven?


Para decirlo todo, también suelo ver Noche H y House, películas, conciertos y algún documental que me proporciona la red. Y poco más. ¿En total? Unas 15 horas a la semana, que resulta que al final es más de lo que yo pensaba. Ojo, que tampoco digo que sea malo.

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jueves, 10 de enero de 2008

Ibarretxe, tortura, Russell, hipertexto

Lo que es la red de redes. Empecé hace un rato pensando que Ibarretxe se ha portado como un tío al brindar y aplaudir los discursos de España en la cena de cumpleaños del Rey. La verdad es que últimamente habla mucho de paz y condena la violencia. Y además ahora resulta que acude al cumple del Rey de España (que grima ideológica por partida doble le tiene que dar el asunto). No asistieron, en cambio los representandes de Esquerra Republicana ni tampoco los de Izquierda Unida. Y nótese que allí estaba también Santiago Carrillo (presi de los comunistas durante la transición).

En todo eso estaba pensando cuando caigo en la cuenta de que no he oído a Ibarretxe decir nada del supuesto presunto etarra hospitalizado y de las acusaciones de tortura lanzadas por Batasuna (en algún telediario oí decir, sin citar fuente, que el propio etarra lo había negado). En ésas estoy cuando me paso por el blog de Escolar (periodista "famoso") y me encuentro con una entrada sobre informes de Amnistia Internacional y la tortura en España, de las que el diario Público afirma en titulares (aunque sea citando), que son "más que esporádicas". Me paso por la página de Amnistia Internacional en España y veo que, efectivamente, dicho informe existe y dice lo que dicen que dice. Me paro a pensar que hace poco estuve en un concierto organizado por Amnistia Internacional y recuerdo no haber estado de acuerdo con parte del discurso inevitable que soltaron. Y de ahí, ya ni sé como, acabo enterándome (es un decir) de lo que es la paradoja de Rusell (básicamente, un "quién vigila al vigilante" formulado matemáticamente).

Nada, que me he dado un paseito por la red. Y ahora voy, y lo cuento.



lunes, 7 de enero de 2008

Un mundo sin fin

Es obvio que el título de la continuación de Los pilares de la tierra se debe a su extensión. 1178 páginas de esta entrega y otras tantas de la anterior. Y deprisa y corriendo que me lo he tenido que leer para terminarlo antes del fin de las vacaciones (no me gusta embarcarme en semejantes novelones durante el curso porque me acaban quitando muchas horas de sueño).

Varios monjes se habían salvado por muy poco, lo que incitaba a hablar de milagros, y otros presentaban cortes y moretones producidos por las esquirlas desprendidas de las piedras. Los feligreses apenas habían sufrido unas pocas magulladuras. Por todo ello, era obvio que habían disfrutado de la protección sobrenatural de San Adolfo, cuyos huesos descansaban bajo el altar mayor, y entre cuyas obras se contaban numerosos casos de curación de enfermos y restablecimiento de desahuciados. No obstante, por consenso general, se concluyó que Dios había enviado un aviso a la gente de Kingsbridge, aunque todavía estaba por dilucidar de qué los estaba advirtiendo.

Pues por ahí va la novela. Mucho Dios castigador o salvador según el caso y el juez, mucha dialéctica escolástica para resolver cada conflicto (que está muy bien y viene muy a cuento, pero acaba pareciendo un tratado de derecho medieval) y, sobre todo, una rueda de la fortuna enloquecida (nótese el guiño al medievo en la imagen). Mareado acabé (los personajes ni te cuento) de tantos vaivenes de la rueda de la fortuna, de la opresión de los nobles, de intrigas palaciegas, de luchas del campesinado y de enredos burgueses para ascender socialmente... hasta la moria grande aparece, no una, sino dos veces. Tanto chanchullo me ha recordado (si se admite el paréntesis) al Ayto. de Salamanca. Las virtudes, que también las tiene, se apoyan sobre dos personajes, Merthin y Caris (esta última no sé si muy creíble para ser mujer en esta época) y la lograda y bastante respetuosa (hasta donde yo sé) recreación de la sociedad, costumbres y temores medievales. Ya digo, que si no fuera por ese afán por enredarlo todo tanto (que, por otra parte, es lo que la hace tan entretenida) sería un novelón con mayúsculas. Ahora que me acuerdo, lo mismo le critiqué a La sobra del viento (que no tiene nada que ver, pero a la que le pasa lo mismo y que también me encantó).

Y fíjate, no sabía yo, y me enteré leyendo los agradecimientos (que me los leo), de que existe al menos una agencia (Research for Writers) que se encarga del trabajo sucio de la escritura. Yo sabía que para eso están los secretarios y los ayudantes, pero no me había parado a pensar que se pudiera montar una agencia de este tipo. Lo que se aprende leyendo.

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sábado, 5 de enero de 2008

Redesociales

Estuvimos hablando estas navidades, a propósito de las videocríticas de Loquendo al fotolog y al messenger, de los usos y utilidades de las redes sociales virtuales. El video de Loquendo es demasiado agresivo para mi humor, pero no se aleja demasiado de la opinión que tengo sobre estos inventos. O sí. En realidad no es, ni mucho menos, tan negativa; solo pienso que su alcance se ha reducido paulatinamente a medida que se masificaban y banalizaban. Pongo un ejemplo: Artic Monkeys supuestamente llenaron salas y salas hasta conseguir un contrato discográfico con una major gracias a Myspace. Hoy en día, sería muy difícil que se repitiera algo así porque la popularidad de estas redes ha crecido tanto que es imposible centrar la antención en ninguna parte.

Hoy en día, estas redes (sobre todo Myspace y Fotolog) se han convertido en pequeñas cafeterías virtuales donde en el mejor de los casos se charla con los amigos o, en los peores, se repiten comentarios vacios. Simplificando: aunque su alcance sea global, su repercusión es (salvo muy pocas excepciones) más bien local. Curiosamente, Ricardo dedicaba hace poco una entrada a este mismo tema, mencionando también Facebook, la, según algunos, última sensación de la Web 2.0 (a saber qué es eso) y haciendo una valoración, si no coincidente, al menos no opuesta. Y a quien me diga en que Myspace muchos grupos cuelgan su música, le contestaré que sí, pero que también lo hacen en su página web, por lo que las supuestas ventajas no son tantas (además, los videos acaban siempre en youtube). Los blogs los veo algo mejor, no solo porque tengo uno, sino porque, entre mucha purrela (que también la hay), hay muchos que merecen la pena. Es decir, suele encontrarse cierta (o mucha) elaboración con mucha más frecuencia que en Myspace o Fotolog. Tampoco niego que supongan una revolución social (que la suponen, a ver quién lo niega cuando hasta los políticos andan ahí metidos), pero para relacionarme en la realidad virtual, prefiero los foros y las comunidades.

(¿continuará?)


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martes, 1 de enero de 2008

Titular

Pasó la Nochevieja (fue muy divertida) y, después de una buena comida y una siesta fallida, se lee el periódico y se encuentra la típica noticia de esta fecha con un titular que reza: "Un boliviano, el primer bebé nacido en España en 2008". Sin discutir las bondades o maldades de la inmigración o la ley de extranjería (al menos, no ahora), me gustaría ver a Juanjo de la Iglesia en su famoso curso de "ética periodística" comentando este titular. "Un boliviano, el primer bebé nacido en España en 2008". Busquen las incongruencias. Analicen las implicaturas conversacionales. Pongan en marcha los mecanismos pragmáticos. A mí, el 1 de enero, no me apetece. Empezó bien el año. Que dure.

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