domingo, 25 de mayo de 2008

Chiquilicuatre

Hoy fue el gran día de Rodolfo Chiquilicuatre, mejor clasificado en Eurovisión que gente como Las ketchup (ay, el mítico Aserejé), Son de Sol (ni idea de quién son) o D'Nash (que me parecieron tontines en su día). Me ha costado decidir mi opinión sobre el Chiki-Chiki, o mejor dicho, concretar por qué no me parecía bien que lo presentáramos. Es muy abstracto y, en realidad, una tontería bastante grande. Dos notas previas. Una, que no hay que olvidar que se trata de un humorista representando un papel paródico; y dos, que se decidió por votación y me parece muy bien. Me quejo, pero me aguanto. La cosa es que si al Chiquilicuatre se le hubiera elegido popularmente por ser un "personaje" y por ser conscientes de la parodia que supone, si lo hubieramos mandado con actitud burlesca a un concurso degenerado, yo estaría tan contento. Pero tengo la impresión de que no, de que muchos votantes (no todos, claro) se lo han tomado en serio, o eso he deducido (puedo equivocarme) de algunas conversaciones, páginas de internet y otras plazas virtuales. Y así ya no me gusta tanto.

Un ejemplo "práctico" podría ser la minipolémica que reflejaba hoy El País por la invitación del Chiqui a la embajada española y al Instituto Cervantes en Belgrado, que se pagan con dinero de todos. Y ni tanto ni tan calvo. A la embajada, si invitan todos los años al representante, pues sí, Rodolfo no tiene por qué ser menos; pero al Instituto Cervantes ya no lo veo tan claro. No tengo nada en contra de la "baja cultura", que a veces me encanta, sino a que el Cervantes, que es una institución perteneciente a la "alta", lo haya invitado. Y oye, llevar al Chiqui a hablar del significado del "perrea" me parece poco serio. Otra cosa hubiera ido invitar a David Fernández a hablar (con más o menos humor, que tampoco digo que no puedan reírse allí dentro) de la gestación, elaboración y repercusión de su personaje (igual que se hace con escritores), o que alguien dijera cosas interesantes sobre él (igual que se hace con escritores).

Por otra parte, además del personaje en sí, y además de un montón de politonos, juegos para móviles, anuncios y demás, también ha generado cosa interesantes, como este guiño a Barak Obama y los Black Eye Peas que me llega vía Sintele (y para cuyo entendimiento y disfrute es fundamental haber visto primero este otro):




Que David Fernández tiene claro que su personaje es un juego está más que claro: "Gracias al apoyo de la gente que ha sabido entender que era una canción con buen humor, que eso es lo importante" ha dicho después de que algunos "aficionados profesionales" de Eurovisión lo abuchearan. Pues eso, que era de coña.

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1 comentario:

Teresa dijo...

"Podemos hacer que Europa perree/
podemos darle a Europa lo que se merece/Podemos Soñar"

Es que es buenísimo!!!!jajajaja