Jazzamora

Mientras medio país veía el España-Italia, en el Campus se preparaba el primer concierto de Jazzamora:

Santiago de la Muela se lamentaba de la escasa asistencia (un cuarto del aforo) y le echaba la culpa al fútbol. Yo, viendo la asistencia del año pasado, no creo que tenga nada que ver. Ni creo tampoco que pueda quejarse, porque empezó media hora tarde porque, según nos dijeron, por la tarde había hecho mucho calor y no había quien probara sonido. Menos mal que el concierto en sí estuvo muy bien.

Por una parte, comentábamos que ese anfiteatro es un sitio estupendo al que podría sacársele mucho más partido en las noches de verano. Por otra, que fue una pena que el concierto del martes se cancelara por la lluvia.

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El internet, el apocalipsis

Qué de noticias "interesantes" puede generar internet en un solo día. Supongo que un reflejo de la importancia cada vez mayor que tiene la red para todos. Primero, los suecos, que ahora ya pueden vigilar el correo de cualquiera con toda la calma del mundo (la poli, se entiende, claro). No sé, se habla de autocensura y de ansiedad, y yo creo que no es para tanto. Y además lo dicen, que seguro que los contenidos de gmail no tendrían secreto para google si de verdad pudiera interesarles. De hecho, hay un video por ahí que elabora una teoría muy simpática donde google fue el primer paso del plan para controlar el mundo. Pero claro, el buscador, el correo, el video (youtube es suyo)... si se colapsa se prepara. Y además, volviendo al tema, tampoco creo que investiguen a todos, sino que se utilizará en casos muy concretos. Claro que, por otra parte, tampoco acaba de gustarme esa moda, que acabará por llegar a España si vienen mal dadas de Europa, de que cualquier gobierno pueda penetrar hasta ese punto en la intimidad personal y profesional de sus gobernados. Por correo electrónico circula mucha información muy delicada (no la que pueda generar yo, obviamente), y que alguien pueda tener acceso a ella puede tener riesgos muy grandes no queda claro a cambio de qué.

Además, siguiendo con internet, resulta que Telecinco ha demandado a Youtube por difundir sin permiso sus contenidos. En este caso, TVE ha estado mucho más lista. Aliándose con Youtube en las elecciones, con Myspace en Eurovisión, y con varios detalles por el estilo, está (al menos para mí) ganando una imagen de modernidad que deja a Telecinco como si hubieran vuelto las Mamachicho. Y demandar a Youtube, independientemente de la razón legal que pueda tener, no parece una buena idea, sobre todo si la explica Paolo Basile:

Son igual de piratas; no llegan de Senegal como los del top manta, pero son piratas, unos piratas que cotizan en Bolsa y a los que todo el mundo piropea y celebra como unos genios, pero que están haciendo un daño muy grave al mundo de los autores y de la cultura.

Primero, porque comparar a Youtube precisamente con el último eslabón del top manta (los más puteados) es casi ridículo. Si yo fuera senegales y no tuviera problemas mucho mayores, me sentiría ofendido con semejante afirmación. Y segundo, porque si todo el mundo los "piropea y celebra como unos genios", incluidos autores y artistas, no me queda claro cómo pueden estar "haciendo un daño muy grave al mundo de los autores". ¿Cuál es ese mundo? ¿Solo Telecinco se ha dado cuenta? No, también la Warner. Ambos se preocupan mucho por los autores. A propósito, ya se ha decidido que hay que pagar un canon por móvil, mp3, pda o dispositivo tecnológico al uso en que quiera pensarse. "Se distribuirá entre los autores", se dice. Pero si lo distribuye la SGAE ya estamos en lo de siempre. Se lo quedan todo los más ricos, que además son los únicos que tienen derecho a voto para que el sistema no cambie. La pregunta que me hago es, volviendo a Telecinco, cómo puede afirmar que pierde y ha perdido "cifras colosales" por culpa de Youtube. Yo creo que no se lo creen ni ellos. ¿O qué pasa, que ahora venden menos DVD's de Los Serrano?

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Esbjörn Svensson

Me entrero casi por casualidad de que se ha muerto Esbjörn Svensson, pianista del trio que lleva su nombre.




Lo descubrí por casualidad hace ya tiempo cuando andaba buscado músicas afines a Bugge Wesseltoft. Y oye, me gustó. Unos cuantos discos después, se muere buceando.

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Inmigración educativa

Se van a plantear reformas sobre la Ley de Extranjería (tendiendo a la restricción). Vienen vacas flacas y no hay para todos. Lo que me ha llamado la atención, y quiero decir que me ha sorprendido porque no esperaba algo así, es que se plantee:

la conveniencia de que la reagrupación familiar de los menores en edad escolar se produzca obligatoriamente a principios de curso. El ministro opina que la llegada de esos muchachos a lo largo de los 365 días del año genera una fuerte presión sobre la escuela, que debe adaptarse, mal que bien, a continuas incorporaciones. "Viví ese problema en L'Hospitalet cuando era alcalde", argumenta, "y creo que merece la pena intentar articular una solución, de acuerdo con la comunidad educativa".

Creo que es obvio que, desde el punto de vista académico-pedagógico, la idea es una maravilla (me temo que no se verá tan bien desde otros puntos de vista). Sobre todo, si la medida es ministerial y no permite meter demasiada mano a las autonomías. Que ésa es otra, cómo llegan a desvirtuar a voluntad y conveniencia según qué cosas (la Educación para la Ciudadanía en inglés de la Comunidad Valenciana es de chiste, pero las hay más sutiles y tortuosas). A lo que íbamos, los alumnos inmigrantes generan problemas en el sistema educativo: llegan en cualquier momento del curso (alguno puede matricularse en junio), sin correspondiencia entre los curriculos (cuando tienen la suerte de tener un expediente académico), y con desfases muy significativos (chicos de diecisiete al nivel de nuestro quinto o sexto de primaria). Y eso, cuando son hispanohablantes. Soluciones hay, pero medios no. No sé si porque no se puede o porque no se quiere. Además, cada comunidad hace de su capa un sayo en cuanto al modo y forma de afrontar el problema. Y Castilla y León no funciona demasiado bien en este sentido. Más bien al contrario.

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Dos apuntes

Dos apuntes breves:

Primero, qué acostumbrados a las grandes superficies estamos. Nos anuncian problemas de suministro y corremos a los hipermercados, que son los que más problemas de suministro están teniendo. En una de las carnicerías de mi barrio había de todo. "Es que nos sirven proveedores pequeños, de aquí", explicaba el carnicero, que de paso me vendió unos huevos (y gasolina no porque no le pedí, pero bien surtido de todo estaba).

Segundo, sí que le ha gustado a Radiohead el último disco de Portishead (normal, por otra parte). En cualquier sitio, se cogen dos guitarras y se hace una versión bonita. Esto lo colgó el bajista, que lo había grabado a lo tonto en algún hotel:

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La huelga

Yo la verdad es que no lo tengo claro. Hasta ahora, tampoco la he notado, no sé en los próximos días, y no tengo clara mi opinión. Y saltando de sitio en sitio, llego a esto:

La última huelga del transporte es una huelga que no es una huelga contra un patrón que no es un patrón y cuyos huelguistas que no son huelguistas le exigen al patrón que no es un patrón que baje unos impuestos que no puede bajar, suba unas tarifas que no puede subir y prohíba unas prácticas desleales que no puede prohibir.

Esta huelga es una huelga desconcertante ante la que uno no acaba de saber si está a favor o en contra o qué. Antes, la gente de izquierdas siempre sabía qué hacer ante las huelgas normales: estar a favor de los trabajadores y en contra de los patronos. Era fácil: “¡El metal! ¡unido! ¡jamás será vencido!” Con los camiones todo es más complicado, sobre todo porque los hay de todo tipo: grandes, medianos, pequeños, furgonetas, carromatos.

(…) Nos confunde esta huelga porque los huelguistas son trabajadores, sí, pero son al mismo tiempo patronos. Y son patronos, sí, pero tan modestos que muchos apenas merecen el nombre de tales. Y hacen muy requetebién en exigirle cosas al Gobierno, sí, pero al mismo tiempo no hacen tan requetebién porque el Gobierno no tiene culpa alguna de que el maldito precio del petróleo haya subido de una manera tan enigmática y disparatada en tan poquísimo tiempo. Ya quisiera este Gobierno poder tener la culpa de una cosa así.

Lo firma Antonio Avendaño y me encanta cómo está escrito. Independientemente de lo que se piense, es un delicia leerlo. Tanto, que casi me convence. Lo de siempre, el fondo y la forma.

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Coincidencia

Es curioso (o no tanto, en realidad, era un comentario bastante fácil) que a Braulio Llamero, columnista de La Opinión, le hayan llamado la atención las mismas fotos de las que hablaba yo anoche.

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¿Y los libros?

Se está celebrando estos días la feria del libro en Zamora, y se publicaban un par de fotos muy ilustrativas en La Opinión de esta semana (las he estado buscando y no las encuentro). En una, la cola para comprar las entradas del Zamora-Rayo Vallecano (play-off por el ascenso). En otra, el primer día de la feria del libro. La gracia estaba en el número de personas de una y otra. Constato, no juzgo, que no suelo yo llevarme pataletas por cosas de éstas; quien quiera leer que lea y quien no, que haga lo que quiera. Conozco gente tan educada y poco lectora como maleducada y leída. Todo esto, porque me han llamado la atención un par de entradas del Gadgetoblog (el blog de cacharros tecnológicos de El Mundo). El primero:

Hace seis meses Amazon intentó dar un giro en el mercado editorial con Kindle, el primer lector de libros electrónicos destinado a un mercado masivo y con un atractivo plan de distribución -descarga directa del libro a través de la red de telefonía-. A los pocos días de su anuncio el dispositivo se agotó y Amazon ha tenido problemas de distribución hasta hace pocas semanas. Ahora, cuando las cosas parecen ir bien, anuncian un recorte del 10% en el precio, lo que ha llevado a varios analistas a preguntarse si Kindle (y por ende, el libro electrónico) tiene algún futuro.

Como lector convencido de libros electrónicos estoy siguiendo con interés el progreso de Kindle. El principal problema de estos dispositivos no es tecnológico, aunque es cierto que la tinta electrónica todavía podría mejorarse. La velocidad de refresco, por ejemplo, es lenta. Sólo se nota al cambiar de página pero en general el funcionamiento de los lectores es impecable.

La clave está en la distribución, encontrar un formato estándar para los libros, un MP3 de la literatura que funcione en todos los lectores sin problemas de formatos y tamaños. Que no es poco.

Y el segundo:

Amazon está encantada de conocerse a sí misma y haber parido la idea de Kindle, que ya suma el 6% de las ventas de libros en el portal. Es decir, de lo que dije el otro día de si funciona o no, ni caso. Han bajado el precio sólo porque se sienten magnánimos. Aunque aseguran que habrá varias versiones del lector en el futuro. En una reciente feria del libro americana (BookExpo) algunas editoriales se han mostrado molestas. Amazon subvenciona el precio de los libros en Kindle para crear una plataforma con la que luego poder presionar a las casas editoriales para bajar precios. Además crea un escenario inquietante en el que los autores podrían saltarse a la editorial de turno. Así visto no hay duda, el papel mola más (para ellos, claro)

Pues eso, que como lector no demasiado interesado en gadgets, ¿me estaré perdiendo el inicio de la desaparición del libro tal como lo conocíamos? ¿Estará realmente pasando lo mismo que con la música y los cd's?

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Lakers vs. Celtics

Y seguimos con el baloncesto, que está entretenido estos días. Primero porque el Unicaja le ha dado un repaso al Barcelona en la serie final de la liga española (y eso que a priori el Barça era favorito). Segundo, porque Rudy Fernández, con poco más de veinte años, se va a la NBA; a Portland, concretamente, donde "jugó" (chupó banquillo, más bien) Fernando Martín hace muchos años (míticos sus duelos con Audie Norris, por aquel entonces pivot del Barça de Epi y Solozabal). En aquella época (creo que un poco después) llegó al Barça Aito García Reneses, entrenador que me encanta y que es el nuevo seleccionador nacional. Y sobre todo, está entretenido el baloncesto porque, después de muchos años, vuelven a jugar la final de la NBA Los Angeles Lakers y los Boston Celtics. Claro que no serán lo que fueron. No están los Lakers negros de Magic Johnson, James Worthy y Kareem Abdul-Jabbar ni los Celtics de los blanquitos Larry Bird, Danny Ainge y Kevin McHale (sí, todavía me acuerdo de los quintetos titulares de ambos equipos). Tampoco los Lakers son ya los del showtime del Forum Inglewood ni los Celtics juegan en el Boston Garden (el pabellón con el parket más oscuro que recuerdo).

De aquella época sí recuerdo la imaginación de Magic, el mejor base que he visto y un jugador de equipo de los que molan y caen bien (quizá ahora mismo el español Carlos Jiménez se le parezca en ese sentido, salvando las distancias). También recuerdo que, por aquel entonces (alevines que éramos) cada uno de nosotros tenía su héroe particular, de manera que nuestro equipo estaba formado por un quinteto ideal que ya quisiera el Dream Team. Más o menos éramos Magic (obviamente yo), Jordan, Larry Bird, Dominique Wilkins y Charles Barkley (había más, claro, pero esos son los que más recuerdo). De aquella época también recuerdo cómo los Pistons de Detroit (los "bad boys"), con Isiah Thomas, Laimbeer o un Dennis Rodman que no tenía nada que ver con lo que fue después, jubilaron a los Lakers. Y cómo me emocioné cuando, precisamente en el sexto partido, en casa de los Lakers, Detroit se proclamaron campeones en que fue, además, el último partido de Kareem Abdul Jabbar (que, por cierto, para mi desconsuelo, falló, a falta de un minuto y medio para acabar el partido, el último gancho del cielo de su carrera).

Pero era otro baloncesto. Después de un par de títulos de Detroit, llegaría Chicago, con Jordan a la cabeza, a imponer un modelo de baloncesto en el que destacan los jugadores más físicos, de esos que saltan y se tragan el aro y donde jugadores como Magic o Bird (que metía tripes desde ocho metros sin levantar los pies del suelo con la mayor elegancia del mundo) han ido desapareciendo poco a poco. Luego, con el paso de los años, Jordan dejó de dar saltos como un tonto y se conviertió en un jugador mucho más completo, pero el daño ya estaba hecho: había puesto de moda un tipo de jugador que no me gusta nada. No hay más que ver que "las mejores jugadas de la semana" son en el 90% de los casos, jugadas individuales que terminan en maes. Y hasta hoy, que, por lo poco que sigo la NBA, me parece más un correcalles de patio de colegio que un ejemplo de la mejor liga del mundo. Que me hago viejo, vamos.

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Pepu

A Pepu Hernández, al tipo que nos hizo campeones del mundo en Japón 2006 y subcampeones de Europa en Madrid (con un equipazo, también es verdad), al tipo que se quedó en Japón a dirigir una final (la de la medalla de oro) mientras en España se había muerto su padre, a ése lo han despedido hoy, y desde luego no ha sido por razones deportivas. Que lo mismo las había, y eran suficientes, pero, sobre todo después de las quejas de Pepu (que dice que ha sido despedido sin razón), o la Federación explica bien claritos los motivos o se va a montar una de escándalo (que para el deporte somos así) que no va a beneficiar nada ni al baloncesto ni mucho menos a la selección. Así queda la Federación en muy mal lugar y el sustituto de Pepu con una papeleta de cuidado.

PD. Una bobada sin relación con el basket: ¿Puede alguien permitirse exigir "puntualidad absoluta" ofreciendo un "horario aproximado"?

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