Se acaba el curso y se acaba bien. Cerramos con uno de los San Pedro más dinámicos que recuerdo desde... desde hace años. Antes San Pedro era el colofón al curso, la fiesta tras los exámenes finales. Después, el mundo laboral hizo que perdiera parte de la "celebración" e incluso que dejara de disfrutar de muchos. Este año ha vuelto a gustarme. Ejemplo extraído del jueves tarde-noche: A las 7, espectáculo circense en la Marina (que vi muy desde la barrera), después paseo por la feria de la cerámica, hasta las 10, que nos pasamos por la muestra de folcklore en la Plaza Mayor (XV edición, ni más ni menos). Subiendo por Santa Clara, unos tipos cortando madera (supongo que a lo largo del día harían más cosas, pero sobre las 11, cortar madera con una motosierra atraía a gran cantidad de público... no lo entendí muy bien). Cenita del Bayadoliz y por la noche, a las puertas del Parklife, concentración de peñas que pedían ser regadas al grito de "no seas rata, el agua está barata". Mucho ruido, mucha gente.
Este curso, que comenzó con el Proactive, ha seguido con los conciertos del Ávalon (Alvarito es otro que se merece un homenaje). El Berlín, que no frecuento, ha consolidado su programación. Expediciones sigue con su agenda y sus actividades (fotografía, microrrelatos), y se saca de la manga un par de conciertos en el Baco (6pm en octubre y Klaus & Kinsi el próximo fin de semana). El Baco, además, organizó un par de eventos hiphoperos y unas jam sessions que demostraron que no todo es heavy en Zamora. Desde Expediciones celebramos Exponentes, con nada más y nada menos que Niños Mutantes como cabezas de cartel, el festival Lijabarda celebró una nueva edición... y en otros ámitos, Subimagen, Congreso de Claudio Rodríguez y acontecimientos varios que dejo en el tintero. Dos puntos oscuros. La falta de conciertos en la Cueva (y tantos rumores sobre esa sala) y la no celebración de la feria del libro, aunque Luis, de Semuret, asegura que el próximo año vuelve renovada. No soy el único que de un tiempo a esta parte encuentra a Zamora más dinámica (o quizá solo más afín a mis intereses).
Mis próximas fechas, además de los mencionados Klaus & Kinski, pasan, en Madrid, por el Summercase. Benicàssim puso el listón muy alto. Veremos a ver cómo va en el interior.
Este curso, que comenzó con el Proactive, ha seguido con los conciertos del Ávalon (Alvarito es otro que se merece un homenaje). El Berlín, que no frecuento, ha consolidado su programación. Expediciones sigue con su agenda y sus actividades (fotografía, microrrelatos), y se saca de la manga un par de conciertos en el Baco (6pm en octubre y Klaus & Kinsi el próximo fin de semana). El Baco, además, organizó un par de eventos hiphoperos y unas jam sessions que demostraron que no todo es heavy en Zamora. Desde Expediciones celebramos Exponentes, con nada más y nada menos que Niños Mutantes como cabezas de cartel, el festival Lijabarda celebró una nueva edición... y en otros ámitos, Subimagen, Congreso de Claudio Rodríguez y acontecimientos varios que dejo en el tintero. Dos puntos oscuros. La falta de conciertos en la Cueva (y tantos rumores sobre esa sala) y la no celebración de la feria del libro, aunque Luis, de Semuret, asegura que el próximo año vuelve renovada. No soy el único que de un tiempo a esta parte encuentra a Zamora más dinámica (o quizá solo más afín a mis intereses).
Mis próximas fechas, además de los mencionados Klaus & Kinski, pasan, en Madrid, por el Summercase. Benicàssim puso el listón muy alto. Veremos a ver cómo va en el interior.