El programa de las fiestas de San Pedro, patrón de Zamora, es severamente criticado año tras año. Desde luego, las "galas" del castillo no son para tirar cohetes. Este año, Miguel Bosé, Andy y Lucas, Pignoise y artistas por el estilo a precios nada populares. Además, las ferias de la cerámica y del ajo se han visto reducidas a un par de días (y me gustaría saber por qué), así que, aparte de los tradicionales concursos de petanca, billar romano, pesca y actividades por el estilo, poca cosa queda.
Una de las cosas que sigue quedando (del festival flamenco no hablo porque siempre me quedo sin entrada) son los conciertos de jazz, este año, bajo el marco de Jazzamora, que ofrecen, al ladito de la catedral (una delicia), conciertos estupendos y gratuitos con relativamente alta afluencia de público. No sé a quién he visto hoy, pero me ha gustado, así que espero que siga muchos años.
Mención aparte merecen Las hordas del huevo, primera peña zamorana (hasta donde yo sé), que ha conseguido que se formen otras y que está dando mucho color a la ciudad. Sin ir más lejos, el viernes me los encontré en Santa Clara selebrando un "encierro", así que busqué su página y me enteré de que incluso tiene programa propio. Según cuentan, la creación de la peña se debe a la iniciativa, insistencia y perseverancia de Laura Folgado (finalista, además, del concurso de microrrelatos de Expediciones), a quien, visto lo visto, los que necesitamos que nos arrastren a cualquier cosa, deberíamos hacer un homenaje. Y no, ni conozco personalmente a Laura ni formo parte de la peña, pero me parece que el movimiento y la vidilla que están dando a las calles bien se merece un aplauso.
Una de las cosas que sigue quedando (del festival flamenco no hablo porque siempre me quedo sin entrada) son los conciertos de jazz, este año, bajo el marco de Jazzamora, que ofrecen, al ladito de la catedral (una delicia), conciertos estupendos y gratuitos con relativamente alta afluencia de público. No sé a quién he visto hoy, pero me ha gustado, así que espero que siga muchos años.
Mención aparte merecen Las hordas del huevo, primera peña zamorana (hasta donde yo sé), que ha conseguido que se formen otras y que está dando mucho color a la ciudad. Sin ir más lejos, el viernes me los encontré en Santa Clara selebrando un "encierro", así que busqué su página y me enteré de que incluso tiene programa propio. Según cuentan, la creación de la peña se debe a la iniciativa, insistencia y perseverancia de Laura Folgado (finalista, además, del concurso de microrrelatos de Expediciones), a quien, visto lo visto, los que necesitamos que nos arrastren a cualquier cosa, deberíamos hacer un homenaje. Y no, ni conozco personalmente a Laura ni formo parte de la peña, pero me parece que el movimiento y la vidilla que están dando a las calles bien se merece un aplauso.
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