Me gusta la "experiencia urbana". Mi padre me llama urbanita y no le falta razón. Claro que me gusta el campo, pasar el día al aire libre y hacerme uno con la naturaleza, pero también me gustan los paisajes urbanos, con cierta predilección (que no sé de dónde viene) por las hileras amontonadas de edificios y los cables de alta tensión. La electricidad, porque no deja de ser uno de los símbolos de nuestra época; las hileras de edificos, porque me gusta pensar en quién ocupara cada ventana encendida y, sobre todo, cómo somos capaces de convivir de una manera tan próxima físicamente y de ignorarnos al mismo tiempo de forma tan absoluta.
Creo que Sofia Coppola capturó bastante bien esa sensación de fascinación y melancolía que pueden producir las ciudades. Capturó muchas más cosas (es tremenda la película), pero hoy vienen a cuento las imágenes (el "paisaje urbano") del último minuto, acompañado por una canción que me ha encantado desde siempre y que escucharé en directo este fin de semana.
Creo que Sofia Coppola capturó bastante bien esa sensación de fascinación y melancolía que pueden producir las ciudades. Capturó muchas más cosas (es tremenda la película), pero hoy vienen a cuento las imágenes (el "paisaje urbano") del último minuto, acompañado por una canción que me ha encantado desde siempre y que escucharé en directo este fin de semana.
2 comentarios:
Gran aportación.
Nunca deberíamos poner en contraposición lo urbano con la naturaleza. En los dos ámbitos existe la belleza y en los dos la fealdad. Saber descubrirlos, para sentirnos, es lo esencial. Un árbol es como un edificio. En los dos conviven muchos seres dispares. Viven, mueren. Uno mismo.
Nunca llegaré a conocerla. Aunque podría irme a Barcelona y hacerme el encontradizo. Bah, para qué.
Vaya, un fan :p Ya sabes que no estoy tan de acuerdo con todo lo que dices...
Y para qué queres conocerla, para darte cuenta, al tenerla delante, de que no es más que una niña ¡Ja!
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