Estados Unidos (como todos) tiene cosas buenas, cosas malas y cosas raras. Me sorprendió, hace años, que para conseguir un visado haya que firmar una declaración jurada que certifica que no se pertenece a ninguna organización terrorista ni se pretende atentar contra el presidente. Probablemente para entrar en España haga falta lo mismo, y después entendí que, si resultara que yo (o cualquiera) fuera un terrorista, a los delitos cometidos hubieran sumado el perjurio. De Estados Unidos también me sorprendió la advertencia adhesiva en los mecheros para informar de que, si se mantiene encendido más de cinco segundos, puede quemar. Después entendí que se trata de evitar denuncias por usuarios "quemados". Por lo mismo McDonald's advierte de que sus bebidas calientes se sirven muy calientes.
Hoy, uno de los titulares de La Opinión informa de que "Denuncian a una cafetería por las heridas causadas a una menor con una bebida caliente". Pero no queda la cosa en la inmediata asociación que hago entre este titular y mis experiencias made in USA. Para que el asunto sea más truculento, vamos a poner que la niña, de 9 años, era gitana y que, según supuestas palabras textuales de la madre, el Cola-Cao en cuestión lo "había pedido templado y no ardiendo como se lo pusieron. La camarera se lo volcó encima". En pocas palabras, racismo de la camarera. A continuación, la madre sigue explicando que "eran las once y media de la noche y los padres de la niña estaban esperándola en la terraza de una cervecería próxima, mientras ella iba a comprar el colacao. Ante la tardanza de su hija, la madre se levantó y se encontró con el incidente". Y digo yo, si la madre no estaba presente, ¿cómo puede afirmar con tanta contundencia que se trata de un caso de racismo? Pero la niña, según La Opinión, sufre quemaduras de primer y segundo grado, que seguro que duelen y que es lo que recordará, sea o no racismo, prospere o no la denuncia por agresión.
Hoy, uno de los titulares de La Opinión informa de que "Denuncian a una cafetería por las heridas causadas a una menor con una bebida caliente". Pero no queda la cosa en la inmediata asociación que hago entre este titular y mis experiencias made in USA. Para que el asunto sea más truculento, vamos a poner que la niña, de 9 años, era gitana y que, según supuestas palabras textuales de la madre, el Cola-Cao en cuestión lo "había pedido templado y no ardiendo como se lo pusieron. La camarera se lo volcó encima". En pocas palabras, racismo de la camarera. A continuación, la madre sigue explicando que "eran las once y media de la noche y los padres de la niña estaban esperándola en la terraza de una cervecería próxima, mientras ella iba a comprar el colacao. Ante la tardanza de su hija, la madre se levantó y se encontró con el incidente". Y digo yo, si la madre no estaba presente, ¿cómo puede afirmar con tanta contundencia que se trata de un caso de racismo? Pero la niña, según La Opinión, sufre quemaduras de primer y segundo grado, que seguro que duelen y que es lo que recordará, sea o no racismo, prospere o no la denuncia por agresión.
2 comentarios:
se enarbola tan facilmente la bandera de racismo... claro, somos gitanos y cualquier cosa que se haga contra nosotros, que nos perjudique, es por racismo...
lo he leido esta mañana, y hasta el punto en el que se comenta que los padres estaban en otro sitio la cosa podía ser creible.
Se puede denunciar a los padres por "abandono" de su hija???
Soy como el jueves.. iba a escribir mi nombre, pero me he cagado...
Ultimamente Alis y yo buscamos las noticias divertidas del periódico (que es a lo único que se puede aspirar en el periódico de esta nuestra ciudad, y esta seman gana la del mobiliario urbano plantado delante de un garaje, con vado que se paga al ayuntamiento, desde hace 8 meses...jajaja, a ver qué nos depara esta semana....
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