lunes, 7 de abril de 2008

Radyre

No es por hacer publicidad, pero cada vez me gusta más Radyre (que es una tienda de discos de Salamanca donde también venden algún televisor y equipos de música). A veces hasta pienso que lo de los discos era un capricho que le daban a (creo que se llama) Jaime, que es el tipo que lleva la sección. ¿Por qué? Porque tienen un montón de discos muy raros, de ésos que mola que tengan las tiendas, pero que hasta hace unos años (en la era pre-internet) no conocía ni pirri (ahora ha cambiado un poco, los grandes venden menos pero hay muchos más pequeños). Así que, según mi teoría y volviendo a Radyre, lo que daba la pasta eran las teles, y los discos eran un caprichito poco rentable. Además, aunque dé la impresión de tener un carácter un poco brusco, hay que reconocerle a Jaime que sabe de lo que habla (y cuando no sabe, pregunta, que a mí me ha preguntado un par de veces por un par de cosas). Además, tampoco es raro verle por conciertos en Salamanca. Una delicia de tienda, vamos; sobre todo si la comparamos con Zamora, donde la oferta es lamentable. Multidisco tienen su público y ahí siguen, pero no se abren ni un poco a cosas nuevas. Long Play (creo que se llama) es peor. Un catálogo caótico, desordenado y con un tipo que no se entera de nada: Me negaba la existencia de un disco muy conocido que yo ya había tenido entre las manos. Y como ésta, muchas.

Luego están las grandes superficies, y esto va a enlazar con la segunda parte de la disertación sobre Radyre. En Eroski y sitios así también venden discos. Las vacas gordas del pop-rock (las demás secciones, como clásica o jazz no suelen existir) y luego tienen lo que supongo que es la evolución de las series medias: Discos más o menos viejos a muy buen precio (7-8 euros). Lo malo de esta sección es tanto el desorden como que solo tienen presencia (otra vez) los más grandes y solo de pop-rock. Y he aquí la sopresa que me he llevado en Radyre en los últimos dos meses cuando he empezado a ver (y a comprar) discos de White Stripes, Columpio Asesino, Migala, Muse, Los Planetas, Radiohead o Bunbury (es decir, cosas más o menos comunes y cosas más o menos raras) a esos 8-9 euros que hacen que no me resista a llevármelos a casa (ya tengo más que comprobado que voy por temporadas, o libros o discos para una temporada, me abastezco y paso al otro sector otra temporada). Y de jazz (aunque sé mucho menos) también me parece que tiene un buen catálogo y también he comprado algún disco a buen precio (que por cierto, donde también tienen un buen montón de buenos discos de jazz es en el Mediamarkt de Salamanca, quién lo iba a decir). En resumen y acabando, que es una suerte (buena) que exista una tienda como Radyre, y es una suerte (mala) que esté en Salamanca (que quieras que no, está a una hora de casa, así que hay que pensárselo cada vez que se quieren comprar discos). Otra opción está en internet, claro que sí, pero, como en las librerías, me sigue gustando rebuscar en las cajoneras y encontrarme con los discos.

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4 comentarios:

Teresa dijo...

¿te acuerdas cuando en Radyre fuisteis Tomás y tú a encargar 4 copias de un disco de RAdiohead que iba a salir (creo yo que sería el Hail to the thief)y el tío os miraba como"no os dais cuenta que con que compreis uno podeis grabar los demás"?jijijijiji

Yo hace mil o dos mil que no voy a Radyre, lo único que le falta es una buena silla para los que a los 20 minutos nos cansamos de mirar discos y tenemos que esperar a los pesados....^^

Anónimo dijo...

Jo, qué tiempos aquellos. Hace años que no me paso por allí pero en tiempos me dejé allí unos cuantos miles de pesetas en discos raros que no encontraba en ninguna otra parte. Una vez pedí el 'Work and Non Work' de Broadcast y tardaron 3 o 4 meses en traérmelo, jeje.

Pizbray dijo...

Sí, el de gafitas se llama Jaime y es fantástico. Siempre que voy por Salamaca paso por allí, la última metí de cabeza al pobre Nate y comprñe una cámara de fotos digital, más barata obviamente que en todos los demás sitios donde la había mirado.
Una vez compré 16Cd's de golpe, con un dinero extra que había caído en mi triste cuenta de Caja Duero (oh! días aquellos en que no me asediaban los impuestos!) Desde ese día el Jaime es coleguita... aparte de pensar que estoy chiflada... ¿pero quién no?

bufón dijo...

Si, era el Hail to the Thief. Y si Ricardo se pasa por allí, verá que a pesar de los años no ha cambiado casi nada. María, exagerada como siempre!