domingo, 16 de marzo de 2008

Lucas 15 en Zamora

Empezamos mal. 45 minutos de retraso sin explicación y sin disculpas por parte de Lucas 15. El concierto (y muchos no están de acuerdo) fue correcto sin más. Con menos, si me apuras. Tres personas sobre el escenario. Del teclista puedo decir poco, cumplió sin más. Amplio repertorio de sonidos, desde piano clásico hasta rhodes según la canción y el arreglo, aunque muy discreto y con pocos espacios propios. Xel Pereda me encantó (quedó más que claro que es quien lleva el peso del proyecto). Resulta que además de acompañante de Nacho con las Esferas Invisibles y en sus colaboraciones con Bunbury y Chistina Rosenvinge (¿lo habré escrito bien?), además, es músico de conservatorio, currante en algo relacionado con el catálogo y archivo de música tradicional asturiana, y miembro de varios grupos folk. Lo que, por otra parte, ni quita ni pone para su actuación en Zamora, que ya digo que me encantó. Muy efectivo al llevar los arreglos de las canciones al formato acústico (lo que ya le suponía) y con una voz curiosa. Agradable y fina, aunque con mucha menos personalidad que la de Nacho, todo hay que decirlo. Un Nacho Vegas que a mí me pareció bastante espeso, callado (creo que no dirigió una sola palabra al público), correcto con guitarra y con la voz. Me pareció un poquito más desganado de lo habitual. La voz, más para el cuello de la camisa que nunca, salvo cuando le daba por gritar, que se pasaba de largo (lo que es raro, porque si en algo tiene experiencia es en giras acústicas). Y sobre todo muy plano, sin la emoción de otras veces.

¿Y el concierto qué tal? Pues las canciones son adaptaciones muy dignas de temas tradicionales a su propio estilo, y ellos no son malos músicos, así que mal no estuvo. Pasaron muy de puntillas al principio hasta "No hay tal andar", que aun sin coros pero a dos voces, fue muy resultona, y "Como una flor", que realmente tuvo el sabor de canción coral popular que supongo tendrá su versión tradicional. Se mantuvo un poco, aunque con cierta monotonía, con "Nel campu nacen flores" y "los Fayeos de mayo", mientras Xel iba explicando el origen de cada una de ellas. Y se empezó a torcer con Teresina, porque aquello sonaba muy igual todo y porque Nacho le puso pocas ganas (o no le salió) un romance precioso. "El sacauntos de Allaritz" animó porque es cañera, pero a Nacho o no se le entendía o gritaba demasiado, y, ya acabando, toca él solo una versión de "Santa Bárbara Bendita" (que no está en el disco y que me dejó igual que estaba) y acaban todos juntos otra vez con "Moces a bailar", que es un temazo y que no estaba sonando nada mal hasta que a Nacho se le olvida la letra en los coros finales (si es que estaba ido del todo), intenta arreglarlo y lo estropea todavía más hasta que Xel se descojona (inevitable) y nos dejan a medias. Aplaudimos. Y vimos un concierto decente. Pero podría haber estado mejor.

.

No hay comentarios: