Ayer fue el segundo debate "entre los candidatos a la presidencia del gobierno de los dos grupos políticos con mayor representación parlamentaria". Más o menos igual que el primero, muchas formas y pocos contenidos. Mucho más interesante, y mucho menos trascendente, fue el debate a siete (¿eran siete?) en el que participaron todos los grupos con representación. Más interesante, porque cada uno iba a lo suyo. Las periferias (Canarias, Cataluña...), cada una a lo suyo, enumerando problemas muy concretos: agua, infraestructuras, comunicaciones etc. Los grandes (que no mandaron precisamente a representantes con tirón) tocaron también temas como la agricultura o el desarrollo rural, temas "mesetarios" que muestra cómo las castillas y los andaluces carecemos de partidos locales sólidos. En cualquier caso, muy útil para conocer problemas concretos de toda España más allá de ETA y la economía.
Ha coincidido este debate con un par de días en que le he hecho caso a las noticias de Canal 4 (no demasiado y un poco a partir de las revueltas de los agricultures por las calles de Valladolid), así que también he visto noticias concretas de los compañeros de comunidad. Y oye, hasta me siento más cercano a ellos, cuando veo que compartimos (con mayor o menor seguimiento) huelgas, topillos y... políticos. Además he visitado el edificio de las Cortes de Castilla y León, que es una gozada. No me impresiona tanto como una catedral gótica (o una ermita románica), pero la verdad es que está bastante bien. Sorprendido por la luminosidad y acústica, y construido con materiales de todas las provincias de la comunidad.
Total, que estaba yo, como diría, mecido por las olas de la España de las autonomías, cuando vino a confundirme Gabilondo hablando de (criticando a Rajoy) el error de pensar una España con un gobierno central y unas cuantas autonomías. Explicaba que el gobierno central debía ser concebido como la suma de las autonomías y no como un ente independiente. Y en eso me quedé pensando no sabiendo si estar de acuerdo. En la práctica, desde luego, sí parece haber un gobierno central opuesto a las autonomías.
.
Ha coincidido este debate con un par de días en que le he hecho caso a las noticias de Canal 4 (no demasiado y un poco a partir de las revueltas de los agricultures por las calles de Valladolid), así que también he visto noticias concretas de los compañeros de comunidad. Y oye, hasta me siento más cercano a ellos, cuando veo que compartimos (con mayor o menor seguimiento) huelgas, topillos y... políticos. Además he visitado el edificio de las Cortes de Castilla y León, que es una gozada. No me impresiona tanto como una catedral gótica (o una ermita románica), pero la verdad es que está bastante bien. Sorprendido por la luminosidad y acústica, y construido con materiales de todas las provincias de la comunidad.
Total, que estaba yo, como diría, mecido por las olas de la España de las autonomías, cuando vino a confundirme Gabilondo hablando de (criticando a Rajoy) el error de pensar una España con un gobierno central y unas cuantas autonomías. Explicaba que el gobierno central debía ser concebido como la suma de las autonomías y no como un ente independiente. Y en eso me quedé pensando no sabiendo si estar de acuerdo. En la práctica, desde luego, sí parece haber un gobierno central opuesto a las autonomías.
.
2 comentarios:
La verdad es que te iba a preguntar que entendías por estado central opuesto a las autonomías pero he decidido meterte un pequeño rollo para decirte como veo el tema en cuestión, y luego si quieres me das tu opinión. Me temo que voy a ser un poco caótico y dar unos cuantos saltos porque se puede escribir un auténtico tocho al respecto.
Más que opuesto yo diría que superpuesto. En España lo que tenemos es una casa de putas y vamos a peor. Lo que tenemos son circuitos paralelos administrativos que complejizan y vuelven absurdo, pesado y absolutamente ineficiente la administración pública. Tenemos la administración autonómica y central ocupándose de lo mismo en infinidad de casos, los dos legislan creando una trama burocrática pesada, enfrentándose continuamente en sus competencias (pobre Tribunal Constitucional, órgano que tiene que solventar estas lides, al que no paran de llegar recursos) y echándole la culpa al otro de sus fracasos e incompetencias. Además, da igual quien gane por que al final el que tenga la competencia económica para implementar las acciones políticas es el que gana, porque si pierde, con no hacer nada o darse a la dejadez lo tiene todo hecho. Y Además como los tribunales de justicia de lo contencioso-administrativo funcionan tan bien, pues ay del pobre ciudadano al que le toque los huevillos la administración.
De otra parte el principio de igualdad federal (a eso se esta refiriendo el botarate de Gabilondo, a un estado federal, ya que lo de el estado de las autonomías es eso, federalismo mire por donde se mire) no existe en nuestro país. Hay un par de comunidades que quieren ser las guays del asunto y lo que pretenden es ser diferentes, lo demás sin duda las importa un pito y lo pueden hacer porque tienen la llave de la gobernabilidad del Estado Central. Ay, que sería de de Cataluña y el País Vasco si estuvieran en un estado federal y tuvieran que tomar las decisiones en conjunto con el resto de regiones, les iba a salir todo “rana”. Viven muy bien como viven, y todavía algún cráneo privilegiado les baila el asunto al son de su orquesta, habrá que ser subnormal (ya sabes a quien me refiero) esto solo se lo puede mejorar la independencia (sobretodo para los vascos que son los que realmente la quieren). Aquí no hay igualdad federal, aquí hay asimetría federal.
Por otra parte, y como hecho importantísimo y crucial, esta el hecho de que la ciudadanía no percibe a España como un estado federal. Aquí la gente piensa y atribuye el gobierno al estado central el gobierno. Ese es el que manda el que pone o el que quita, el estado central (algunos no, los votantes de los raritos que ya he mencionado, pero esos no piensan en clave federalista, no tienen ni cultura ni zorra idea de lo que es eso del federalismo, piensan en clave independentista y a lo sumo egoísta, lo de nos están quitando). Y no les falta razón, porque unos no quieren el federalismo (el PP) y los otros (la izquierda en general) quieren dominarlo con los derechos de ciudadanía (la ciudadanía es competencia del estado central tanto en el caso del modelo federal como el modelo de estado unitario, cosa aparte es el modelo confederal), es decir, por ejemplo y para que lo entiendas: si el estado central dice que todo español tiene derecho a una vivienda o a una ayuda por dependencia o a un puerto de mar pues que cada uno lo consiga como buenamente pueda con la pantomima federalista esta. En un estado federal como dios manda, los derechos de ciudadanía serían básicos, los de siempre los de toda la vida (los liberales en definitiva: esto si quieres te lo miras en algún libro que no puedo explicarlo todo) y cada estado de la federación se ocuparía de como mejorar la vida de sus ciudadanos como crea conveniente, pero como la izquierda está empeñada en que las cosas mejoran sobretodo haciendo leyes, ampliando derechos y lo menos haciendo cosas (este es el problema de fondo de todo, se meten en todo y no hacen nada, aunque no les quito las buenas intenciones) pues…. Su solución a lo del federalismo la tienen a huevo. Un estado federal solo podría estar sustentado por un pensamiento liberal.
En conclusión, en España lo que tenemos es una casa de putas y, por dios, por la virgen o por Belcebú, hace falta que se ponga orden, y no hacernos pajas mentales, ya te digo que la mayoría de los españoles (me guste a mi o no) piensan en estado unitario, que es el quid de la cuestión federal vs estado unitario.
He escrito esto a las 3 de la mañana. Mantengo todo lo dicho, pero me doy cuenta de que es caótico y dificilmente comprensible. Si tienes alguna duda estoy dispuesto a aclararlo de una forma mas didáctica e inteligible.
Publicar un comentario