Varias veces he hablado con varias personas sobre títulos. De libros, de discos o de lo que se tercie. Algunos merecieron comentarios detallados y reflexiones pseudoprofundas. Dos de mis favoritos son
En la ardiente oscuridad y
Donde habite el olvido. El primero, obra teatral de
Buero Vallejo, habla de un internado de ciegos que fingen ser "normales" hasta que llega un cabrón a destrozarles la ilusión. Por supuesto, admite muchas más lecturas que no pienso comentar aquí (mi "periodo sabático" me lo impide). El segundo,
En la ardiente oscuridad, es un poemario de Luis Cernuda y el número uno indiscutible de mi lista (por varias razones que tampoco pienso explicar). Ese lugar, según el autor, debe ser algo así:
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
No sé yo si en estos tiempos tan correctos el último verso no sería criticado En cualquier caso, lo que yo supe pero había olvidado y hoy recordé (preparando un examen, fíjate), es que este título está tomado de una rima de Bécquer.
¿De dónde vengo?...El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura ,
los despojos de un alma hecha jirones ,
en las zarzas agudas ,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza ,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas .
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna ,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
Que, la verdad, tampoco está mal. Confieso que me encantá releer a Bécquer con adolescentes una vez al año. Se entusiasman.